La palabra Feng Shui significa viento agua, estudia el movimiento de la energía Chi y su influencia en las personas o casas. Con ello logramos crear un ambiente de armonía en nuestro hogar y canalizar adecuadamente las energías reteniendo las positivas y descartando las negativas.
En este post nos centraremos en el feng shui en el dormitorio, una de las partes más importantes ya que es el espacio más intimo, vulnerable y de relajación máxima.
Según el Feng Shui la habitación debe ser cuadrada. Si no contamos con una habitación cuadrada debemos, en la medida de lo posible tratar de darle esta forma, podemos hacerlo mediante la colocación de muebles por ejemplo.
Debemos evitar al máximo los aparatos electrónicos en la habitación, especialmente en la mesita de noche. Cualquier tipo de onda eléctrica no será nada recomendable, en la medida de lo posible.
El cabecero de la cama es una parte muy importante ya que simboliza la seguridad y el respaldo de la vida, por ello debe estar colocado en la pared más alejada de la puerta y no debe estar en línea recta con la puerta de entrada o del baño. La orientación de la cama al Sur, Norte, Este o bien Oeste, depende de vuestro Kua, el número KUA se define en función de tu sexo y año de nacimiento.
Igualmente no debe haber espejos ni ventanas en la pared que está en el cabecero de la cama, ya que perderíamos esa sensación de seguridad y respaldo. Si tenemos un espejo lo mejor es que lo traslademos de lugar y si hay una ventana lo mejor es taparla con una tela muy pesada y tupida.
Es importante no dormir con el colchón en el suelo. Lo ideal es una cama elevada sobre el suelo, y bajo la que no se guarden cosas.
Si la habitación tiene vigas en el techo, debemos taparlas ya que interrumpe el flujo de energía y lo distribuye de forma dispareja, por ello lo mejor es poner un dosel.
¡Deja Fluir la energía!
