Uno de los aspectos más importantes de la decoración es la luz. Es gracias a la luz que incide en los objetos por lo que ellos existen para el observador. Es decir, mobiliario y complementos decorativos e iluminación comparten importancia a partes iguales dentro de un espacio global.
En lo que se refiere a fuentes de luz artificial existen diferentes sistemas de iluminación: lineal o directa, indirecta, semi-directa y semi-indirecta, que son tipos de iluminación bastante selectivos. También se pueden colocar puntos de luz difusa, que iluminen una estancia de forma general y suave. Además debemos tener en cuenta el tono de la luz, ya sea coloreada o blanca. No olvidemos tener en cuenta la luz natural, ya sea directa o tamizada por algún objeto, es la más apreciada de todas.
En decoración se consideran entre 4 y 5 tipos diferentes de iluminación:
General o ambiente: para iluminar toda una habitación, para ello se pueden colocar diferentes lámparas, que serán utilizadas de forma selectiva según las necesidades y optimizando el gasto.
Puntual: es la luz que dirigimos a un lugar concreto dejando el resto de la habitación en sombra, como en la mesa de trabajo o de comedor, el cabecero de cama…
Decorativa: Nos sirve para destacar un objeto en concreto, por ejemplo un cuadro o una vitrina.
Funcional: Se adapta a las actividades de la casa siendo más práctica que estética, por ejemplo se usa en cocinas, baños, escaleras…
Cinética: Algunos no la consideran como un tipo de iluminación. Nos referimos a las luces ‘vivas’ con movimiento, la intensidad suele ser más leve pero producen una iluminación cálida y acogedora.
Os dejamos algunos ejemplos para que elijáis cómo queréis iluminar vuestro hogar!
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