El otoño es sin duda una estación muy especial del año. Comienza el frío, los días son más cortos, la lluvia…, y cada vez más va apeteciendo estar en una casa cálida y acogedora.

Quizás, la manera más fácil de prepara nuestro hogar para el otoño sea a través de los colores predominantes que utilicemos. Así, mientras que el verano destacan los colores vivos y alegres, el otoño va dando paso a colores más cálidos como los tonos tierras, naranjas, los grises o marrones claros, así como los verdes apagados.

Esto se puede conseguir pintando las paredes con estos tonos o, simplemente, colocando cojines o una decoración textil en sofás y mesas. Además, el empleo de una decoración textil con telas más gruesas y suaves, pueden dar ese toque que buscamos para la llegada del frío.